domingo, 5 de junio de 2011

INCONFORMIDAD

Cabo San Lucas, B.C.S. a 4 de Junio de 2011.
ASUNTO: INCONFORMIDAD.
M.C. MARGARITA CÁRDENAS ZAZUETA
DIRECTORA DE UPN UNIDAD 03A
P R E S E N T E
Por este medio, la comunidad estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 03A, subsede Cabo San Lucas, hacemos de su conocimiento una inconformidad que manifestamos a continuación.
El día de hoy, el profesor Horacio Ortega, coordinador de la subsede, nos hizo lectura de un documento en el cual presenta su renuncia oficial al cargo en turno.  Consideramos de fundamental importancia poner bajo su consideración el denegar dicha petición y consensar con las autoridades pertinentes las inquietudes que presenta el Prof. Ortega en el documento antes mencionado.  Cabe destacar que apoyamos al cien por ciento las situaciones expuestas en la renuncia, que, de cierta manera, han propiciado tal decisión.
La razón de nuestra inconformidad, es el abandono total en el que nos encontramos por parte de la administración a su cargo; la falta de recursos didácticos, apoyos con material de consulta, entre tantas otras cosas, pero, sobre todo, la falta de seriedad al no haberse ni siquiera presentado personalmente con nosotros desde el inicio de su gestión.
A pesar de lo que se acaba de mencionar, la Universidad Pedagógica Nacional, en la subsede a la que orgullosamente pertenecemos, ha salido adelante en la transformación de la práctica docente de los profesores que formamos su población estudiantil, gracias al apoyo incondicional y esfuerzos del gran equipo de trabajo de los docentes, que han sido siempre motivados a cumplir con esta loable tarea por el Prof. Horacio Ortega.
Cabe hacer mención, que el señor coordinador al que nos referimos, no promocionó esta petición; nosotros como asamblea general pedimos su atención y una negociación conciliadora lo antes posible con nuestra Universidad, para que nuestras clases no se vean afectadas.
Con firmas de todos los estudiantes presentes en esta asamblea, solicitamos su anuencia a nuestras peticiones y una inmediata intervención.  Reiteramos nuestra atenta petición de que el Prof. Horacio Ortega permanezca en su puesto en la subsede, y se tomen cartas en el asunto respecto a las necesidades más básicas y atenciones que como parte integral de UPN Baja California Sur son requeridas para seguir engrandeciendo el nombre y prestigio de esta universidad en la región.
Respetuosamente, quedamos de usted.
C.C.P. LIC. MARCOS ALBERTO COVARRUBIAS VILLASEÑOR
GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA SUR
C.C.P. PROFESOR ALBERTO ESPINOZA AVILÉS
SECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA EN EL ESTADO
C.C.P.PROF. MARTÍN MONTES ORTEGA
DIRECTOR DE PROFESIONES, EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR Y SUPERIOR

jueves, 2 de junio de 2011

Unidad III / Tema 3

REFLEXIONES TARDÍAS SOBRE EL TEMA: “LA ORGANIZACIÓN DE CONTENIDOS PARA LA ENSEÑANZA DE LO REGIONAL EN PREESCOLAR Y PRIMARIA”
LECTURAS:
“CIENCIAS SOCIALES Y SU DIDÁCTICA” SEP.
“HISTORIA Y METODOLOGÍA Y ESTUDIO DE CASO: EL COLEGIO MADRID” MIREYA LAMONEDA.
“Además de enseñar, enseña
también a dudar de lo que has enseñado”
Ortega y Gasset.
El estudio de las llamadas “ciencias sociales”, por conflictivo y contradictorio que el sólo nombre pueda parecer, siempre ha despertado debates en cuanto a posturas y metodologías, pero sobre todo, ha provocado curiosidad en el ser humano el ser objeto de estudio e investigador al mismo tiempo.
No es menester de estas cortas reflexiones el ahondar en el tema de la posibilidad, y credibilidad, de las ciencias sociales, o de tal o cual postura ideológica, sino el escrutinio de dos lecturas donde, en primer término, se nos muestra el programa de la materia de “Ciencias sociales y su didáctica”, correspondiente al Plan de Estudios de Educación Normal, 1975.  En segundo lugar, pero no menos importante, se nos presenta un estudio de caso donde, a pesar del tiempo transcurrido entre el muestreo analizado en esa época y nuestro tiempo actual, los focos rojos quizá han aumentado de intensidad, pero no disminuido.
La primer lectura, me reservo el derecho de crítica extensa, pero sólo con el primer objetivo que buscaba su plan, se muestra la ambición surrealista (sí, así como el movimiento de Bretón) que enmarca la atmósfera de todo el currículo presentado.  Cito:
“…que el alumno:
1.    Comprenda y analice científicamente, los fenómenos sociales con un concepto claro sobre el mundo y la vida, su realidad presente y su proyección futura.”[1]
Pero… ¿por qué ambición surrealista? A riesgo de sonar pesimista, considero que es demasiado pedir que TODOS los maestros tengan un “concepto claro sobre el mundo y la vida”… ¿El mundo de quién y la vida de quién? ¿No es mucho generalizar acaso?  Si partimos de la premisa de que hay tantas realidades como versiones de la realidad puedan existir, entonces resulta un tanto disparatado ese asunto de querer hacer todo lo que el primer objetivo se proponía.  Los demás no hay por qué mencionarlos.
En la segunda lectura, el punto que captó mi atención de inmediato, es la contrastación entre conciencia colectiva y conciencia histórica.  En general toca temas que he repetido y ahondado hasta el cansancio sobre la legitimación del Estado a través de su “historia oficial” (sí, así con minúsculas), y como se omiten sucesos de suma importancia que, por no coincidir, o incluso discernir con el poder hegemónico, son simplemente borrados del mapa y mágicamente desaparecen para el grueso de la población.  Ojos que no ven, corazón que no siente.
Sobre el final del segundo párrafo de este análisis tardío, donde se menciona que a pesar de la diferencia diacrónica entre la lectura en cuestión y nuestro tiempo, existen grandes coincidencias que podrían aparentar sincronía en cuanto a ideas generales de los maestros del estudio de caso y la mayoría de los maestros que yo he conocido en mi localidad.  Al momento de hablar de Historia fruncen el ceño y voltean los ojos.  Es algo complicadísimo y no sirve para nada.  Entre otras TANTAS objeciones que al respecto pueden presentar.
COMPAÑERAS: ¡es hora de despertar al pasado! Sólo a través de un intento de comprensión crítica de los acontecimientos anteriores podremos tratar de analizar más complejamente nuestro presente y proyectar cambios para el futuro.  La verdad nunca será absoluta, por eso hay que dudar, cuestionar lo que nos han enseñado y lo que enseñamos a nuestros alumnos.  En un cerebro donde no hay lugar para la duda, seguro lo habrá para la obediencia incondicional que tan peligrosa puede resultar…

Au revoir



[1] SEP, en: Historia regional, formación docente y educación básica en… UPN, México, 1995, p. 283.

viernes, 20 de mayo de 2011

Unidad III / Tema 2 (Segunda parte)

A Teresita: que siempre me habla como Pepe Grillo...

“LOS LIBROS DE LECTURA Y SUS REPRESENTACIONES SOBRE LA SOCIEDAD”
Lorenza Villa Lever de Alba.
“En un lejano lugar retacado de nopales,
había unos seres extraños,
llamados intelectuales…”
Rockdrigo González.
Uno de los más grandes secretos a voces en cuestión educativa, es quizás la razón de su formalidad, obligatoriedad, e institucionalización extrema: la educación es un aparato de reproducción de la cultura dominante, y, por lo tanto, uno de los medios más fuertes de legitimación del poder.  En palabras de Althusser: “la Escuela recoge los niños de todas clases sociales desde la maternal; y ya desde la maternal, tanto con los nuevos como con los antiguos métodos, les inculca durante años […] diversas “habilidades” inmersas en la ideología dominante…”[1].  Obviamente lo anterior no es exclusivo de México, no hay por qué sentirnos tan especiales, es, más bien, una cuestión global y diacrónicamente comprobable.
La lectura que ahora nos compete, aborda uno de los ejes centrales del aparato escolar, tanto por su intención, como por su alcance y uso: los libros de texto gratuitos suministrados por el Estado Mexicano.  Lo anterior, como lo menciona el autor, se institucionalizó en los años 60’s del siglo pasado, y en su época dio mucho de qué hablar el fenómeno totalizador de la educación mexicana en manos del gobierno de López Mateos.  Después de unas décadas, como todo, se hizo “natural” la idea de que el Estado fuese el encargado de producir y distribuir dichos textos, usando la técnica que nunca falla de mirar el lado positivo del asunto: beneficios para las personas que no tienen dinero para financiarlos, unificación de criterios educativos nacionales, difusión más extensa, etc.
Esta noble y loable acción del Estado Mexicano de sacrificarse para expedir libros de textos gratuitos y obligatorios, nos dice la lectura que tiene un doble propósito:
1)      Responder a las demandas crecientes de educación de la población.
2)      Obtener el consenso social para mantener su hegemonía.[2]
Desde un punto de vista realista (desde una realidad determinada, no desde una realidad total utópica), si se logra el segundo, y de paso se cubre el primero, es un bono extra al objetivo principal de la educación.
A continuación, se expondrán las dos variables del estudio presentado en la lectura que ahora se analiza.  El primero se realizó en el sexenio de López Mateos (1958-1964), y el segundo en la época de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976):
A)     LIBROS DE LENGUA NACIONAL (PERIODO DE LÓPEZ MATEOS)
·         La patria: mujer y madre.
·         La familia: un molde de la sociedad.
·         La escuela: prolongación del hogar.
·         El trabajo: realización personal y alienación social.
B)     LIBROS DE ESPAÑOL (PERIODO DE ECHEVERRÍA ÁLVAREZ)
·         Las introducciones a los libros: dos tipos de comunicación.
·         La naturaleza: exaltación de lo estético.
·         El trabajo: un mundo sin restricciones.
COINCIDENCIAS Y DISCREPANCIAS
ü  En las dos vertientes del estudio se considera necesaria la exaltación de la cultura patriarcal y machista, donde la mujer queda rezagada a un papel secundario y pasivo en la vida social.
ü  El gobierno, bajo el manto puro y casto de “la patria” es inescrutable.
ü  Concepción utópica de la sociedad, donde se omiten las diferencias de clases, y se propugna por una igualdad de oportunidades para todos, donde depende del individuo su posición en la escala social y laboral.
ü  En el primer periodo, la figura del maestro es bastante utópica y omnipotente, en la segunda, es un mediador entre lo que dicta el Estado a través de sus libros y los alumnos.
ü  Los valores y melosidades que en un principio se adjudicaron a la patria, en el periodo de Echeverría aparecen justificados bajo el estandarte de la naturaleza.
ü  Se destaca la forma en primacía sobre el fondo.
ü  Se omiten sucesos de relevancia nacional que tengan que ver con movimientos contestatarios hacia el poder hegemónico del Estado.
A manera de conclusión, se podría decir que desde la época de López Mateos a la actualidad, la situación es la misma en cuanto a intenciones de doble moral y perpetuación de la clase dominante se refiere.  Los libros de texto gratuitos son sólo un vehículo más de un producto que se vende por muchas vías; medios de comunicación masiva, reformas educativas generales, disposiciones de ley, etc.  Un ejemplo vivo de ello son las antologías con las que estudiamos en este momento en la UPN, donde se siguen omitiendo informaciones de las que todos deberíamos de estar enterados, y se hacen revoluciones sobre cosas que son tan comunes como la vida misma, en vez de abrirnos un panorama más general de la situación en la que se ha estado luchando desde hace mucho tiempo en el magisterio mexicano.
Como siempre, la llave del mundo no la tenemos en la mano, así es que hay que buscar una fuente de poder interna que nos alumbre el camino que está tan oscuro; ya no hay que buscar la iluminación, hay que generarla.

Tu opinión puede o no interesarme.
Sandra Meza


[1] Althusser, Louis. “Sobre la ideología y el Estado”, en Escritos.  Ed. Laia, Barcelona, 1974, P. 136
[2] VILLA LEVER de Alba, Lorenza. “Los libros de la lectura y sus representaciones sobre la sociedad”. En: Historia Regional, Formación Docente y Educación Básica En… UPN, México, 1995, p. 275.


jueves, 19 de mayo de 2011

Unidad III / Tema 2

TEMA 2. “LOS CONTENIDOS REGIONALES EN LOS PLANES DE EDUCACIÓN PREESCOLAR Y PRIMARIA EN…”
LECTURA: “REFLEXIONES SOBRE EL MODELO EDUCATIVO”
AUTORES: Ramiro Reyes y Rosa María Zúñiga.
¿Por dónde comenzar?... El texto actualmente analizado, por donde se comience a interpretar, nos lleva a una generalidad bastante obvia y unidireccional: crítica arrebatada, aunque bastante argumentada, sobre el Modelo Educativo elaborado por el Consejo Nacional Técnico de la Educación en el año de 1991.
Para comenzar, debo confesarme ignorante de dicho documento criticado; jamás he estado en contacto con él.  Es más, nunca antes había escuchado siquiera que haya existido ese modelo.  Lo anterior es para sentirme un poco menos culpable de reflexionar sobre una crítica a algo que es para mí una incógnita… entiéndase que, en este caso, no podría estar a favor o en contra de los argumentos presentados, por desconocer su causa.  Pero, como de todas maneras se está llevando a cabo mi reflexión a priori, entonces sólo queda realizar, una vez más, un acto ingente de fe, donde me resignaré a los recortes del documento presentado por los atacantes, y donde tendré que mostrar lo más neutral que en mi ser exista.
Lo primero en debatirse, fue la postura del modelo acerca de la escuela en la perspectiva de la educación permanente, donde se menciona que lo único logrado fue desdibujar el concepto de escuela en un boceto escueto y demasiado general para ser coherente y preciso.
Después se hace un desglose de los componentes angulares del Modelo Educativo, los cuales son:
a)      El componente filosófico:  los autores expresan su inconformidad acerca de la vaguedad con la que está descrito, así como también acusan a los escritores del modelo de “escudarse” en el artículo tercero de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, para usar sólo las partes que a ellos convenían y omitir aquellas con las que discrepaban.  Lo anterior, según el texto, fue hecho con el propósito de privatizar a la educación mexicana.
b)      El componente teórico: aquí, por el recorte del documento que se presenta en la lectura, coincido con los autores en que el concepto de teoría está distorsionado y, otra vez, disparatado y vago.  Se expone que son dos los principales conceptos en materia teórica que contiene el documento:
1)      La caracterización de la educación como un sistema de relaciones.
2)      La existencia de las necesidades básicas de aprendizaje.
c)      El componente político: en este apartado se pone de relieve la primacía política del documento en cuestión, que está muy por encima de su cualidad académica.  Es, por así decirlo, la piedra angular que balancea los otros dos componentes.  Es en este punto donde se presentan las tres medidas claves para la innovación propuestas en el documento del 91:
1)      Revisión y elaboración de los contenidos de la educación.
2)      Distribución de la fundación educativa.
3)      Organización de los servicios educativos.
Y bien, llegando a este punto sólo queda una pregunta por hacerse: ¿de qué me sirve saber esto a mí?  Mediante los siguientes puntos intentaré dar respuesta a esto:
·         La crítica al modelo tecnócrata educativo, da una pauta más para reafirmar que mi práctica docente debe enfocarse más a lo humanístico, aunque suene romántico.
·         El individualismo exacerbado lleva consigo la cruz de la inadecuación a la realidad mexicana de todos los tiempos: divididos no ganamos nada más que hundir más al que ya está abajo.  Con los niños con los que trabajo, pero sobre todo con los adultos con los que convivo, trataré de poner en práctica un espíritu de colaboración y enfoque hacia proyectos comunes.
Sandra Meza.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Unidad III / Tema 1

“PROBLEMAS Y RETOS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA EN MÉXICO”
Silvia Schmelkes.
Problemas, problemas y más problemas… mucho ruido y pocas nueces.  La lectura que en este momento nos toca analizar, por obviedad desde mi cerrado punto de vista, no expone el hilo negro de la educación mexicana.  Lo anterior, aparte de por la época en que fue escrito (que ya nos dista más de 20 añitos), puede ser porque la historia se repite y se repite hasta el cansancio.
Sinceramente me revolvió un poco el estómago la afirmación de manos lavadas acerca de que “somos un país de reprobados”[1], porque va en contra de todo lo que yo considero prudente.  Siempre he pensado que es mejor proponer que atacar TAN generalizadamente.
Sintetizando, antes de seguir descargando la ira que me desborda, se exponen los puntos clave de la lectura:
·         PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA EN MÉXICO:
A)   DEFICIENTE CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.
B)   DESIGUALDAD EDUCATIVA.
·         RETOS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA EN MÉXICO:
A)   DIGNIFICACIÓN DEL MAGISTERIO
B)   DESCENTRALIZACIÓN DEL SISTEMA DE EDUCACIÓN BÁSICA
C)   RENOVACIÓN CURRICULAR
D)   ÉNFASIS EN ÁREAS CLAVE
Todo lo que se pueda decir respecto a los cambios que deberían suceder en torno al panorama educativo nacional, está por demás sabido y expuesto.  La triste realidad es que estamos regidos por algo mucho más grande que todos los mexicanos que queremos que las cosas cambien juntos, y no hay otra forma de mover engranajes mas que luchando desde nuestra trinchera.
Con lo anterior, no se me vaya a malentender, no estoy diciendo que calladitos nos vemos más bonitos, no, para nada, entre más expresemos nuestros pensamientos más contagiamos mentes y se generan ideas de cambio.  Lo que digo, es simplemente que hay cosas que no podemos erradicar de golpe, y que los males han sido los mismos desde hace mucho tiempo, entonces, sin duda alguna, hay que continuar con la revolución que ya empezamos desde nuestra docencia como hasta ahora lo hemos hecho.  Lo bueno de estar en el fondo es que sólo hay un camino, y es para arriba.
¡Un saludo, camaradas!
Sandra Meza


[1] SCHMELKES, Silvia. “Problemas y retos de la educación básica en México”, en: Historia regional, formación docente y educación básica en…” UPN, México, 1995, p. 247.

miércoles, 13 de abril de 2011

Unidad II / Tema 3

“TRANSFORMAR LA PRÁCTICA DOCENTE DE LOS MAESTROS DE LA ENM: ¿UTOPÍA O REALIDAD? REFLEXIONES EN TORNO A UNA EXPERIENCIA DE ACTUALIZACIÓN”
Autor: Juan Manuel Rendón.
“Si avanzo, sígueme; si me detengo, empújame; si retrocedo, mátame”
-       Ernesto “Che” Guevara.
En esta ocasión, trataré de hacer mi reflexión en Do Mayor, ergo, bajándole de tono.  Lo anterior no es por los comentarios cuasi-sarcásticos de aquellos que creen en las bondades del sistema a ciegas, ni porque esté dando mi brazo a torcer en cuanto a ideología o cosmovisión se refiere, sino todo lo contrario.  A veces, para avanzar, uno debe volver sobre sus pasos y tomar impulso.
Como lo marca el título, el presente es el análisis de un escrito que comparte la experiencia de alguien que piloteó un programa de actualización docente en México en la década de los ochentas.  Cuatro aspectos son los abordados por el autor en esta corta, pero contundente, lectura:
1)    Contexto histórico-institucional antecedente:
El ambiente educativo en cuanto a formación de maestros, se vivía en constante hostigamiento entre dos caras de una misma moneda: autoridades académico-administrativas y burocracia sindical.
El autor resalta el nombramiento de Jesús Liceaga como Director de la Escuela Nacional de Maestros (agosto ’85), como un evento que trascendió de manera impactante y renovadora en la institución.  Lo anterior se debe a que promovió durante su gestión, la reorganización del sistema escolar en tres ejes fundamentales:
a)    Organización administrativa.
b)    Planeación institucional.
c)    Superación y actualización de los docentes.
A lo anterior, se le agrega la inclusión en los cargos directivos de sujetos de corriente ideológica diferente al poder hegemónico.  Para hacer el cuento corto, eso le costó que lo tacharan de “disidente”, de “anti-normalista”, “anti-institucional”, y otros tantos “antis” que, a fin de cuentas, lograron que fuera obligado a renunciar en 1987. 
No se mal entienda lo antes referido como una derrota total de la lucha sin manos contra el enemigo que duerme en casa, porque, si bien no perduró al mando de una institución tan importante como es la ENM, al menos sembró la semilla de la discordia en ella.
2)    Desarrollo de la experiencia.
El objeto medular del escrito, consiste en exponer un proyecto que se echó a andar en diciembre de 1985, llamado “Departamento de Extensión Académica” (DEA… sí, como los antinarcóticos gringos).  El propósito de dicho programa, era armar un proyecto viable de superación profesional.
Como alternativa técnica, eligieron la del desarrollo de programas de acción centrados en la reflexión sobre la práctica docente.  Lo anterior implicaba dos cosas:
a)    Elevar a nivel de categoría central la práctica docente.
b)    Optar por un programa global de formación docente con énfasis sobre modalidades de larga duración.
Entonces, sobre las implicaciones antes explicitadas, se echaron a andar proyectos de castillos en el aire, con unos objetivos muy bonitos y pensados en pro de mejorar la calidad de la docencia mexicana, haciéndolos reflexionar profundamente sobre sus cimientos y sus expectativas… en fin, cosas que no se cumplieron por:
a)    Falta de presupuesto.
b)    Falta de interés docente.
c)    Sobre-expectativas.
El cierre de este capítulo es la conclusión de que algo que demeritó el programa de grave manera fue una evaluación verdadera del posible impacto que los cursos pensados tendrían sobre la práctica docente, lo cual considero muy atinado, pero a la vez demasiado realista.  Si los estudios probables de aprovechamiento de los cursos apuntaran a bajar de ritmo ciertas intensidades de reflexión, o ciertos tópicos que no son bien aceptados por la mayoría de los docentes, entonces… ¿qué tan verdadero y radical podría ser el cambio?

3)    Relación con los problemas de la práctica docente y el deber ser.
Este apartado se mueve en dos aspectos fundamentales de convivencia entrelazada: la política institucional y la práctica docente.  Si bien los ejes anteriores se ven forzados a funcionar tomados de la mano, habría que ver qué tanta relación de coerción hay en eso, pues, a mi punto de vista, son una mezcla heterogénea.
Algo es indiscutible, y el autor así lo menciona: existe una práctica alienada y alienante, y la única posibilidad de romper esa cadena de enajenación, es RECONOCERLA como tal.  Un problema aceptado está a la mitad resuelto.
Entonces el autor menciona un primer paso clave para la transformación de la práctica docente, y es, precisamente, el dudar del modelo alienante.  Ese mismo cuestionamiento es el que se propone en la escuela en que estudiamos, la UPN, donde se busca problematizar la práctica docente misma como vía para llegar a transformarla.  Pero es también ahí donde se encuentran las mayores confrontaciones ideológicas de los participantes, pues no cualquiera puede atreverse a poner en tela de juicio aquello que para la mayoría es puro y sagrado.
Una duda circundó mi ser cuando leí esa parte de la lectura, pues es el sistema mismo, o al menos una parte de él, aquel que te pide que lo cuestiones, entonces, ¿no es una forma más de alienación?  Esa pregunta queda de tarea, por no meterme en terrenos que prometí no pisar.
4)    Alcances y limitaciones del proyecto.
El autor reconoce dos obstáculos medulares: el deber ser, y la política escolar.  El primero atañe a la ética e ideología del maestro, y el otro es mero artificio de fuerzas sociales del monstruo de las mil cabezas, al que, inextricablemente está unida la profesión docente.
En el primer obstáculo, el autor toca un tema muy importante en su análisis, pues hace mención de las escuelas formadoras de docentes, cual era el caso de la ENM, en donde existen “modelos a seguir” de aquellos “maestros de maestros”.  Entonces se pone de relieve una situación: si existe tal cosa como “modelo a seguir” se está devaluando el propósito de transformar la práctica docente, y la innovación.  Lo malo, y muy bueno a la vez, de la profesión docente es que no hay una guía base que nos diga cómo actuar en determinadas situaciones, pero hay quienes hacemos de nuestros maestros gurús y guías, y eso de alguna manera bloquea nuestra capacidad de creación sobre nuestra práctica.
En el segundo obstáculo, sale a relucir el sindicato en toda su burocracia y el descrédito que trata de imputar sobre las alternativas que no van con el sistema que a todos agrada.  La disidencia siempre ha sido vista como cosa de locos, porque así es como hemos sido educados para verla.  Lamentablemente, nuestra educación en general ha sido basada en cuestiones que no van más allá del bien y del mal, entonces la diferencia la tenemos que encasillar forzosamente: si lo conocido y aceptado es lo bueno, lo diferente es, por ende, lo malo.
Para cerrar, me gustaría hacer una invitación mandada en una botella al mar, donde todos aquellos que gustemos de pensar y sentir, seamos reflexivos sobre nuestras acciones docentes… ¿Hacia dónde estoy encaminando la formación de mis alumnos? ¿Será hacia una continuación del modelo negro/blanco que hemos tenido siempre? ¿Estaremos disfrazando de innovación una continuación interminable de valoraciones gregarias?
Sandra Meza.

sábado, 2 de abril de 2011

Unidad II / Tema 2 / Lectura 1

“EL MAESTRO Y EL DISCURSO PEDAGÓGICO DEL ESTADO”
Autor: Ramón Larrauri Torrella.
El escrito que al momento nos compete, trata sobre el discurso pedagógico del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988).  A continuación se expone un mapa conceptual con lo más relevante de la lectura:

Como podemos apreciar en la imagen, y bien lo rescató el autor en su texto, existía una discordancia abismal entre el discurso pedagógico del Estado y la realidad que éste promovía en la práctica cotidiana.  Lo anterior prueba la doble moral en la que se desenvuelve la política educativa mexicana, en relación con el discurso cotidiano del gobierno y sus acciones.
Durante el sexenio de De La Madrid, el discurso pedagógico del Estado tenía tres orientaciones básicas:
1.    Democratización.
2.    Participación.
3.    Pluralización.[1]
No es secreto, como lo menciona el autor, que la educación, no sólo en México, siempre haya sido una forma gubernamental de perpetuar el poder de la clase hegemónica, a través de la formación de personas que se “adecúen” a los modos de pensar de ésta.  Así es que la democratización y participación ciudadana dentro del discurso pedagógico no es más que una utopía de papel, que no responde al hecho de que las decisiones importantes para el país sean tomadas “desde arriba”.
En cuanto a la pluralización que se pretendía promover, ésta era sólo una incongruencia más para un país que dirigía sus esfuerzos a la “unificación nacional” como cultura única.  Lamentablemente, como se ha mencionado hasta la náusea, la diversidad cultural del país no ha sido bien aprovechada por los gobiernos que han pasado, y ciertamente se ha fundido la identidad nacional en una mezcla más bien forzada y heterogénea, incluso con elementos extranjeros, que ha ocasionado la disminución (si no es que extinción) del sentimiento de pertenencia regional en muchos de los casos.
Sobre las orientaciones de la educación, la corriente utilitarista sigue predominando en la conciencia colectiva.  Esa idea de que la educación es una inversión, y entre más estudios tenga una persona, más valor económico tiene, es un mito que ha perseguido a la sociedad mexicana a través del tiempo.  En la época actual, la sobrepoblación de algunas carreras, y lo peleado que están los puestos en el mundo laboral, ocasiona que no sea ninguna certeza el estudio como forma de sobrevivir al momento de recibir un título profesional.
Considero que como docentes, es nuestra labor orientar la práctica hacia una concepción de la educación como buena por sí misma, tratar de contagiar ese amor por aprender con nuestro propio ejemplo.  La valoración del punto de vista educativo como formador integral del individuo debería estar muy por encima de su consideración como instrumento tecnócrata.
Estoy consciente de que no cambiaremos el punto de vista de todo el mundo respecto a la importancia de la educación como formadora de seres humanos íntegros y cultos, por encima de la visión educativa como formadora de máquinas de hacer dinero, pero podemos hacer crecer en nuestros alumnos la semilla del hambre del saber; esa necesidad de querer ser mejores seres humanos, más preparados, más conscientes y sobre todo, más capaces de resolver sus problemas para así poder ayudar a la sociedad en general.


[1] LARRAURI Torrella, Ramón. “El maestro y el discurso pedagógico del Estado”, en: Historia Regional, formación docente y educación básica en… UPN, México, 1995, p. 204.